martes, 1 de marzo de 2011

Cuando era niña...

Cuando te pedía que hiciésemos una carrera. Que iba a ser la última. Tres, dos, uno, ¡ya! Cuando jugaba con los escarabajos. Cuando quería ser amiga de todos los gatos del mundo. Cuando no quería romper las casitas de las hormigas. Cuando le ponía nombres a las gallinas. Cuando me corté y no quise decíroslo. Cuando descubrí que no tenía fiebre y corrí tanto de la alegría que casi vuelvo a ponerme malita. Cuando jugábamos al coger. ¡Ahora las niñas a los niños! Cuando se ponía el semáforo en rojo y ya eran las nueve. ¡Siempre tarde!

Sólo me gustan los niños por una cosa, porque dicen todo lo que sienten, son personitas simples, por hacer, como un diamante en bruto. La sinceridad de un niño es de las cosas más bonitas.

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