Estaba harta. De ella estaba harta. Llevaba un tiempo viviendo fuera de casa y decidió que hoy sería el mejor día para volver. Volvió. Pero todo seguía igual, nada había cambiado. Ella dice que hizo el intento, pero no entendía porqué ni siquiera le miraba a la cara. Dicen que los hijos duelen pero ella piensa que los padres también duelen. Era joven pero se sentía madura, no había tenido más remedio que madurar, lo que estaba ocurriendo era para salir corriendo y volar lejos, muy lejos. Yo sólo quiero que ella se acerque, que me demuestre que me quiere, que me sonría.
Ella solo quería llegar a casa y que le diera un beso en la mejilla. Entonces así todo sería diferente.
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